Faustino (nombre ficticio, ya que no caímos en preguntarle su verdadero nombre) no puede casi caminar, pero es un orientador empedernido. Disfruta, olfatea a lo lejos los controles, ladra cuando ve una baliza y se alegra cuando acaba su recorrido. Faustino participó en la carrera del 24 de noviembre de 2013 en el Campús de la UMU, y también en la anterior.
Faustino es un ejemplo, como otros, de “perro orientador”. Y sus dueños un ejemplo de amor a los animales